martes, 5 de octubre de 2010

Digna de recordar

Ambición, dudas, tristeza y alegría, miedo y temblores, frío y calor..
Esas son solo algunas de las sensaciones que recorren ahora mismo cada centímetro de mi cuerpo..
Y la verdad es que aunque la mitad del mundo podría pensar que me encuentro en una situación que no desearían para sí mismos, esta situación es increíble.. Increíble, porque nunca había tenido la oportunidad de ser como soy contigo, porque si hablamos cien veces al día, tengo miedo de cagarla ciento una..
Porque si me cuentas algo, o me pides consejo, quizás no sea lo que esperas, de hecho, posiblemente no lo sea, Pero.. ¿Qué más da?
¿Sabes lo que me importa? Que puede que no fuera ni el consejo que esperabas oír, ni la persona a la que esperabas contarselo cuando te pasó, pero por una circunstancia o por otra, a sido a mí.. a Mí..
Y al fin y al cabo eso no me lo va a poder quitar nadie, podrán pasar cincuenta años.. ¡NO, MEJOR AÚN, CIENTO CINCUENTA! y ni con ciento cincuenta años me olvidaré de que un día, TÚ confiaste en mí..
Y podré decir que me sentí la persona más importante del mundo mientras me lo contabas, porque en ese momento, en ese justo momento, tú pensabas en contármelo a mí, y yo solo pensaba en escucharte, y hacerte ver de una forma u otra, que aunque no me veas.. Estoy aquí, y que aunque la mitad de las veces que hablemos no sea cara a cara, me da igual..
Porque hay cien veces en las que llego a casa por la noche y lo primero que hago es mirar si tú estás, y después, sin estar hablando de nada en especial, me siento cómoda.. me siento como en casa..
Y podría decir que incluso me siento ambiciosa, porque haces que pueda tener esa ambición, ambición a más, a convertirme en alguien especial, alguien en quien pienses cuando estés sola, en silencio, o te sientas triste..
Convertirme en alguien digna de recordar..

No hay comentarios:

Publicar un comentario